Comprar, fumar, beber, vomitar.
En los fines de semana, volviendo a soñar,
a empezar ese ciclo destructivo,
depresivo, que el lunes recogerá.
¿Dónde están las fantasías que tuvimos?
Las ilusiones del niño que algún día fuimos.
En la piedra de tu mano, ardiendo,
el humo asciende mientras tu esencia cae en el olvido.
Los ojos inertes y el rostro incierto,
puertas cerradas a corazón abierto.
Cada 365 una puñalada,
quieres cambiar, pero no encuentras el momento.
Desbandada en tu esperanza maldita,
ese verde placebo la resucita,
pero todo lo que sube baja
y todo lo que es dado, tarde o temprano, te lo quitan,
y te incitan al comin' back, dispuesto a recordar
el parque donde podías ser real.
Sonrisa de lado a lado, eras afortunado,
por ese par de goles que habías marcado.
Comprar, fumar, beber, vomitar.
En los fines de semana, volviendo a soñar,
a empezar ese ciclo destructivo,
depresivo, que el lunes recogerá.
Lifetime, caminos escindidos.
Ya no reconoces ni a tu mejor amigo.
El toque cronológico universal
que la madurez al final acaba trayendo consigo.
It is what it is, separados pero unidos.
El buen recuerdo es lo que me llevo conmigo.
Hagamos lo que hagamos,
son distintas las batallas pero el mismo enemigo.
Mira, no sabes cuánto te queda.
Las arrugas de mi madre dicen que el tiempo vuela.
Por eso sonrío al ver mi pitillo encendido,
mirando como un crío a su juguete preferido.
Quemando la pasta en el bar,
ponme otra pinta aunque no pueda ni andar.
Rompo primero,
intentando evitar esa sombra negra que nadie quiere tocar.
Comprar, fumar, beber, vomitar.
En los fines de semana, volviendo a soñar,
a empezar ese ciclo destructivo,
depresivo, que el lunes recogerá.
1-2, 1-2, fracaso en reanimación.
Estás delirando y pierdes la concentración.
Ese pensamiento de nuevo,
créditos premeditados como atajo a la salvación.
Déjalo ya, si no quieres acabar
pensando en cuestiones que nadie puede explicar.
Arreglando el mundo con mi colega
y sabiendo que no hay antídoto para esta enfermedad.
La botella en la mesa, otro trago de ansiedad,
buscando aquello que nunca llegamos a encontrar.
Es complicado entender que no hay nada más
y que los engaños son los que construyen la verdad.
El viento silba su canción,
apoyado en la arena, viendo la huida del sol.
Quiero tirarle una piedra al reloj
y congelar ese beso entre tú y yo.
Comprar, fumar, beber, vomitar.
En los fines de semana, volviendo a soñar,
a empezar ese ciclo destructivo,
depresivo, que el lunes recogerá.
C
No hay comentarios:
Publicar un comentario