domingo, 1 de junio de 2014

Grietas en el espejo


Querido lector: recuérdalo.
Querido lector: recuérdalo.
Querido lector: recuérdalo.
Esto es sobre ti, pero también soy yo.

Querido lector: recuérdalo.
Querido lector: recuérdalo.
Querido lector: recuérdalo.
Esto es sobre ti, pero también soy yo.

¿No quedamos en eso de tirar hacia delante
aunque las cosas no sean como antes?
En tus manos tienes un montón de cenizas
pero el fuego sigue quemando a cada instante.
Distante, un barranco en tu cama
y te enciendes tu pitillo al terminar.
El vacío extendiendo sus ramas
y ella derrama labios que no quieres besar.
La imagen de tu sonrisa en los años de crío,
¿qué pasó?, ¿quién te la quitó?, porque estás perdido.
Estoy luchando por no verte tan jodido
pero tienes que poner un poco de tu parte, tío.
Los viejos se hacen más viejos y eso es raro,
y te duele ver que sus días están contados.
En las farmacias no son curas lo que venden,
pero cuando te paras a pensar ya te la has tragado.
Demonios despliegan sangrientas sus alas,
tormenta en el cielo de un ángel desterrado.
Aceleras si no hay poli en el retrovisor
pensando que algún hijo de puta te ha engañado.
Arde la rabia, el humo raja tus pulmones
y en tu pecho martillea la ansiedad.
Sigues un camino que no sabes donde irá.
Estamos preocupados porque nadie sabe dónde estás…

Me muevo donde me mueve el viento,
fumando los resquicios de mi tiempo.
En el centro, yo, estoy muriendo,
no importa nada de lo que otros estén diciendo…

Me muevo donde me mueve el viento,
fumando los resquicios de mi tiempo.
En el centro, yo, estoy muriendo,
no importa nada de lo que otros estén diciendo...






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