lunes, 12 de mayo de 2014

Diosa fortuna

Diosa fortuna, bendita tú, ¿no?
Te estoy buscando pero no te encuentro.
Estoy cansado, las piernas me flaquean
y tiemblo numerosas veces a lo largo del camino.
Está claro que todas esas cosas que no entiendo
tienen parte de culpa...
Ahora mismo estoy probando el agrio sabor del negro pánico
mientras escribo esto y el corazón bombea fuerte
en un pecho ya fracturado.
Diosa fortuna, dame solo un pequeño pedazo de ti,
aquí tienes a alguien que lo merece,
que intenta dar lo mejor de sí mismo.
Sé que no por ello merezco ningún tipo de premio.
Igual que sé que la felicidad no es más que una puta avariciosa
detrás de papeles con rostros de "reyes".
Así que, mira, no quiero tu regalo de consuelo.
Por mí, que te prendan fuego,
porque no se puede ser más hija de puta que tú.

No, definitivamente, no se puede.

C

No hay comentarios:

Publicar un comentario