viernes, 9 de mayo de 2014

Mátame por dentro

Un mar de hielo cayó y ella se fue.
Ahora solo queda dulce su olor en el papel.
En el caer de mi vida, sentí la herida,
cuando la miré y pensé esta tía quién es.
Las palabras sobran en mis labios,
el silencio es mi mejor vestuario,
luz difuminada en melancólica pintura
empapa profunda la esencia mágica de mi radio.
Pensando en lo que pudo ser pero no fue,
en el frenético fuego oculto bajo tu piel.
Tuvo su aquel, pero no lloraré,
la vida es muy corta y no la cambio por ti, mujer.
Y si tú te quieres, yo me quiero más,
recuerdo lo bueno y por eso sé olvidar.
Aún puedo notar el sabor de tu veneno,
tus besos en los huesos se van al desván.
No fue amor, pero a veces te quería
tanto como odio a esta cama tan vacía.
Espero que estés con quien estés te vaya bien
aunque no te lo haga como yo te lo hacía.
La noche el mejor manto pa mi triste canto,
son muy pocas las santas que valen pa este santo.
Aquella playa, mi boca, sello en tu cuello,
y con ello me llevo a fuego, rosas y encanto.
No pierdas tu tiempo, no te equivoques,
porque tú no tardaste en tomar tu decisión.
No voy a estar ahí, para ti, no,
hay un río de sangre pero ya no queda rastro de mi corazón, puta...

C


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