lunes, 9 de julio de 2012

Me viene grande

A mil kilómetros por hora
la vida se escapa entre mis dedos
y siento que el corazón apenas camina
entre tantos temores, entre tantos miedos.

Voy desacompasado, confuso.
En mi cabeza suena un por qué,
pero no hay más respuesta
que día sí y otro también.

De los labios a la ropa en el suelo,
del suelo a una despedida.
Despedida que no se entiende,
que precede a una mirada perdida.

Tantas cosas en las que creía,
tantas cosas en las que confiaba,
que ahora miro atrás
y no recuerdo nada.

Me viene grande, me quedo corto.
Tengo los movimientos limitados.
Y cuando llega la última página,
no entiendo qué ha pasado.

Me viene grande, me quedo corto.
Tengo los pensamientos maniatados.
Para cuando voy a hablar,
tú ya te has largado.

Todas las luces se funden
en un solo color.
Todas las sonrisas se mueren
en un único dolor.

Un dolor que no comparto
más que en las canciones.
Por jodidos que sean los sentimientos,
por jodidas que sean las sensaciones.

He perdido las ganas de hablar,
de compartir, las ganas de algo más.
Por eso me fumo los cigarros
escuchando a los demás.

Tan rápido, tan rápido,
que me olvido de cómo disfrutar,
de ti, de tu recuerdo,
de cómo cambiar.

Me viene grande, me quedo corto.
Tengo los movimientos limitados.
Y cuando llega la última página,
no entiendo qué ha pasado.

Me viene grande, me quedo corto.
Tengo los pensamientos maniatados.
Para cuando voy a hablar,
tú ya te has largado.

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