Anoche, otra vez, la misma conversación.
Discusiones sobre esta o aquella conspiración.
Preguntas sin respuesta, no hay solución.
Tú elijes volverte loco o volver a la frustración.
Pillo una recortada y me lío a tiros.
Me relajo, pienso en la familia, los amigos.
Si no fuera por ellos, probablemente,
hace mucho tiempo ya que me hubiera ido.
Sí, demasiado duro, pero es la puta verdad.
¿Y tu corazón?, apuesto a que no sabes dónde está.
Me encanta esa piva, me irá bien un tiempo,
pero el amor no huele bien cuando se está pudriendo.
Hago cálculos, no me compensa el recuento.
Al aire la fortuna, gravilla de lamentos.
Incongruente, el sol muerde en mi frente.
Al cielo, suspiro una vez más mientras aprieto los dientes.
¿Para qué?
¿Merece la pena?
¿Para qué?
¿Crees que algo va a cambiar?
En el parque cuarentones hablan de gasolina,
del fútbol, de las tetas de la vecina.
Familias felices, sí, y una mierda.
Si los secretos tuvieran puertas abiertas.
Yo no quiero una vida de supermercado.
Fumo y bebo solo, bien acompañado.
Verdades como puños, solo soy realista.
Traer a un crío al mundo me parece un acto egoísta.
Inestable, el equilibrio es una ilusión.
Culpable, tengo el ego partido en dos.
La mayoría de las veces no llego a comprender.
Mamá, no me mires así, yo no te pedí nacer.
Inhóspito es el propósito, estoy perdido.
Indómito e ilógico, es el camino.
Y al final siempre termina igual:
la vida es una mierda y la tienes que aceptar.
¿Para qué?
¿Merece la pena?
¿Para qué?
¿Crees que algo va a cambiar?
sábado, 27 de julio de 2013
martes, 23 de julio de 2013
Fracaso
Ríos de lava me queman el alma, mantengo la calma,
cualquier lugar es bueno mientras el humo salga.
La sangre sigue corriendo por el papel, ya ves,
sonrisas forzadas no me llegan ni a fin de mes.
Bachilleratos, mierdas, putas universidades.
Todo es mentira, ruego por verdades.
¿Crees que es verdad lo que te prometieron?
Luego, saliste ahí fuera y, claro, te mordieron.
¿Comprendes, lo endeble, en el baremo del matiz?
El desvío es infranqueable en tu cicatriz.
Consigue un trabajo ligeramente mejor
y así podrás ser agresivamente infeliz.
Mi cuerpo se eleva, desde las alturas,
y caigo en picado porque nada dura.
Odio en mi interior, alegría al exterior,
tan real como que del cielo azul es el color.
Supongo que tengo principios demasiado rectos,
poco convencionales, como un pene erecto.
Podridos son los latidos, ni me lo discutas.
No sé si soy un santo o es que la gente es muy hija de puta.
No creo en nadie aunque lo intento conmigo,
persigo escapar de este estado depresivo,
concebido como boca de lobo clavando el colmillo,
amargo pensamiento, a veces mi mayor enemigo.
Sí, desconfío, no hago caso a juramentos.
Las palabras son vanas como un beso del viento.
El protocolo es mirar a cámara y sonreír.
Pues entonces paso de la foto y también de ti.
Jodida mierda, mires donde mires.
Dime tú, al final, ¿qué coño consigues?
¿Acaso el ocaso no trae retraso?
No es mi vida, sino mi especie la que tocó el fracaso.
cualquier lugar es bueno mientras el humo salga.
La sangre sigue corriendo por el papel, ya ves,
sonrisas forzadas no me llegan ni a fin de mes.
Bachilleratos, mierdas, putas universidades.
Todo es mentira, ruego por verdades.
¿Crees que es verdad lo que te prometieron?
Luego, saliste ahí fuera y, claro, te mordieron.
¿Comprendes, lo endeble, en el baremo del matiz?
El desvío es infranqueable en tu cicatriz.
Consigue un trabajo ligeramente mejor
y así podrás ser agresivamente infeliz.
Mi cuerpo se eleva, desde las alturas,
y caigo en picado porque nada dura.
Odio en mi interior, alegría al exterior,
tan real como que del cielo azul es el color.
Supongo que tengo principios demasiado rectos,
poco convencionales, como un pene erecto.
Podridos son los latidos, ni me lo discutas.
No sé si soy un santo o es que la gente es muy hija de puta.
No creo en nadie aunque lo intento conmigo,
persigo escapar de este estado depresivo,
concebido como boca de lobo clavando el colmillo,
amargo pensamiento, a veces mi mayor enemigo.
Sí, desconfío, no hago caso a juramentos.
Las palabras son vanas como un beso del viento.
El protocolo es mirar a cámara y sonreír.
Pues entonces paso de la foto y también de ti.
Jodida mierda, mires donde mires.
Dime tú, al final, ¿qué coño consigues?
¿Acaso el ocaso no trae retraso?
No es mi vida, sino mi especie la que tocó el fracaso.
martes, 2 de julio de 2013
Dímelo a mí
Joder, mi cuerpo se ahoga, aprieta la soga
y no encuentro el ímpetu por el que mi mente implora.
Crudo es mi lenguaje desnudo,
mudo mi semblante, llevo el silencio como escudo.
No sabes una mierda y no te culpo.
Hasta la saciedad odié la sociedad al ser adulto.
¿Putas? Demasiadas, quizás.
Jodidas gilipollas, siempre están hablando de más.
Me río al recordar el infinito prometido.
Labios al viento, zorras, nunca me habéis querido.
No te ofendas si te digo la verdad.
Si no te gusta, pues, coges la puerta y te vas.
Pensé en dar marcha atrás, en perdonar,
pero esa mierda no funcionó y no va a funcionar.
Me salvé del abismo por los pelos.
Me espanto al ver tanto santo caminando lejos del cielo.
Así que a la mierda tú, a la mierda ella.
Me fundo en la corrida de una estrella.
Veo áureas lágrimas relucientes al fondo del desierto.
Suena el despertador, otra vez estoy despierto.
No me queda más remedio que escribir,
en el papel morir, renacer y volver a fingir.
Si crees saber qué cojones significa sufrir,
ven aquí y dí-dímelo a mí...
y no encuentro el ímpetu por el que mi mente implora.
Crudo es mi lenguaje desnudo,
mudo mi semblante, llevo el silencio como escudo.
No sabes una mierda y no te culpo.
Hasta la saciedad odié la sociedad al ser adulto.
¿Putas? Demasiadas, quizás.
Jodidas gilipollas, siempre están hablando de más.
Me río al recordar el infinito prometido.
Labios al viento, zorras, nunca me habéis querido.
No te ofendas si te digo la verdad.
Si no te gusta, pues, coges la puerta y te vas.
Pensé en dar marcha atrás, en perdonar,
pero esa mierda no funcionó y no va a funcionar.
Me salvé del abismo por los pelos.
Me espanto al ver tanto santo caminando lejos del cielo.
Así que a la mierda tú, a la mierda ella.
Me fundo en la corrida de una estrella.
Veo áureas lágrimas relucientes al fondo del desierto.
Suena el despertador, otra vez estoy despierto.
No me queda más remedio que escribir,
en el papel morir, renacer y volver a fingir.
Si crees saber qué cojones significa sufrir,
ven aquí y dí-dímelo a mí...
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)