y no encuentro el ímpetu por el que mi mente implora.
Crudo es mi lenguaje desnudo,
mudo mi semblante, llevo el silencio como escudo.
No sabes una mierda y no te culpo.
Hasta la saciedad odié la sociedad al ser adulto.
¿Putas? Demasiadas, quizás.
Jodidas gilipollas, siempre están hablando de más.
Me río al recordar el infinito prometido.
Labios al viento, zorras, nunca me habéis querido.
No te ofendas si te digo la verdad.
Si no te gusta, pues, coges la puerta y te vas.
Pensé en dar marcha atrás, en perdonar,
pero esa mierda no funcionó y no va a funcionar.
Me salvé del abismo por los pelos.
Me espanto al ver tanto santo caminando lejos del cielo.
Así que a la mierda tú, a la mierda ella.
Me fundo en la corrida de una estrella.
Veo áureas lágrimas relucientes al fondo del desierto.
Suena el despertador, otra vez estoy despierto.
No me queda más remedio que escribir,
en el papel morir, renacer y volver a fingir.
Si crees saber qué cojones significa sufrir,
ven aquí y dí-dímelo a mí...
No hay comentarios:
Publicar un comentario