viernes, 1 de febrero de 2013
De copas con el sol
Me gustaría que me quisieras,
que todo fuera bien.
Que el mundo fuera
como realmente tiene que ser.
Pero si tropiezo
y resulta que me equivoco,
que tú no eres mía,
no me voy a volver loco.
La verdad es que me dará igual,
de verdad,
que la vida pasará como tenga que pasar.
Lo aceptaré y otra cosa vendrá.
Por sí sola,
con el rugido del viento,
con los eructos del mar.
Las nubes volverán a llorar
y mi corazón dibujará cicatrices
que los picos de las perdices
se llevarán.
No rogaré que estés
donde no tienes que estar.
Esta vida es lo bastante puta
como para no saber olvidar.
Así que llamaré al sol
y me iré de copas con él.
Nos colocaremos, nos iremos,
y nos quemaremos a base de bien.
Girando los tornillos del destino,
el humo del cigarro se contoneará
comiendo segundos
entre vaivén y vaivén.
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