viernes, 6 de diciembre de 2013

Tauranga

¿Y por qué? Nadie te puede responder.
Están pidiendo tabaco y papel
y me ofrecen la hierba picada mientras sonríen
porque esos cabrones no se lo quieren hacer.
Las ruedas de mi Perla Negra pincharon
como víboras pinchan los condones.
Hay que andar al loro, los ojos abiertos
porque algunos pecados no tienen perdones,
porque algunas personas no tienen corazones,
ni condiciones que rijan su actitud.
Que cierren sus bocas mientras dibujo
en el flujo, dichosa aptitud.
Uh, yeah, esa mierda huele tan bien,
una lástima que no me pueda perder
entre carmín, sábanas de humo,
tan calientes como tu piel al amanecer.
Recto es difícil con tanta borrachera
si los billetes vuelan de mi cartera.
Me siento como un perro atropellado,
aplastado en mitad de la carretera.
Devastado, alambre de fronteras.
Por ese yogur caducado en la nevera.
Me he cansado y no voy a mirar atrás.
No esperaré a nadie si nadie me espera.
En autobús, viajando al infierno
y tan solo tengo un billete de ida.
Mi madre está preocupada,
sus ojos en mi espalda, puedo notar como me mira.
Ni yo sé lo que me está pasando,
ni yo sé qué quieres que te diga,
no me seduce la idea de morir
pero me he enamorado de esos planes suicidas.
Veo mi rostro reflejado en la botella,
mi alma está seca, así que toma bebida.
No pido más teléfonos porque
no tengo ganas de caras perdonando vidas.
En el embudo, las opciones son pocas.
Me mantengo alejado de esas rayas de coca.
El mar está creciendo, y sus olas
son bocas mordiendo mi cuerpo de roca.
Ya hay demasiadas cadenas, que envenenan,
condenas perpetuas, reloj entre barrotes.
Mis acciones son ambiciones de unos cojones
que pretenden mantenerse a flote.
Me sudan la polla tus carreras,
sabes de todo pero no sabes nada.
Un idiota más que nunca sabrá
que su nacimiento fue la mayor cagada.
A veces no sé lo que digo.
A veces no entiendo lo que escribo.
Me estoy buscando pero no me encuentro,
hace tiempo ya que me di por desaparecido.
El agua fría choca contra mi cara
y el espejo sigue sin darme respuestas.
Sentado en la esquina del bar,
soy ese tío que no encaja en tu fiesta.
En la cancha, estoy tirando de triple
pero el tiro lo escupe la canasta.
Volcando whisky de 5 pavos
hasta que mis huesos digan basta, basta, basta, basta...

C

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